viernes, 21 de marzo de 2014

Un día cualquiera

Era un día amarillo de verano como cualquiera,
cuando en mi camino se cruzó tu mirada con la mía,
en ese momento la luz del cielo alumbró mi ser
y me contuve para no darte un beso ni tampoco cien.

Pasado el mes a ese día amarillo la pasión nos abrazó en sus ramas
enredándonos para cometer actor de ferviente amor a escondidas,
húmedos roces de tu boca tierna con la mía para sellar cada día
nuestro pacto de cariño eterno con cupido rosa como insignia.

Al año siguiente a ese día de verano amarillo como cualquiera,
el destino dijo que lo nuestro Amiga mía ya jamás sería,
sin embargo nos aferramos a nuestros sentimientos placenteros
hasta que en el corazón se tornaron en recuerdos pasajeros.

Al tiempo de ese día de verano como cualquiera, tu calor

lo siento ardiente y nuevo pero no tengo ya más tu amor.

-Giezi Azael Mora López-

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