jueves, 24 de julio de 2014

Mujer: alma de mi verso

Creí vivir, sólo soñé,
mas el sueño fue en tu pecho,
paraíso de flores mil,
tu pecho, monte olimpo,
diosa: eres mi musa.

Soñar, sí, soñar con tu rostro,
perfume de mil flores en primavera,
alma llanera, alma de rivera,
alma de poesía en mis dedos temerosos.

Mujer de piel morena, piel de diosa;
entre la espuma y la lujuria: tu alma desnuda.

Llegan a mi mente los colores de la muerte,
rojo el primero, carmesí el segundo,
las calles como grana: tierra patria.

Así es mi vida, un sueño, y sueño
con vivir cada día en tu pecho,
aroma de mis versos, jaula de mis besos.
Haz lo que has venido a ser:
guardián de mis deseos.

-Giezi Azael Mora López-

viernes, 4 de julio de 2014

Confesión del alma

Y sin embargo. siendo honesto con tu alma,
debe confesar la mía desde sus abismos,
con su rostro ensangrentado por el tiempo,
lacerado por el invierno, abrazado por el fuego
de un otoño corto y un verano tierno, lo siguiente:

Hubo una vez que mis días fueron ciegos,
en que mis ojos fueron mancos y sin dedos,
rociados con el perfume de las amapolas
en campo trigueño de noches sin días.

Volar era cosa del pasado, sueño olvidado,
perfume de tus días en campo rojo bañado,
aroma de mis soledades cautivas, peldaño
a peldaño hundiéndome herida tras herida.

Fue así que la luz de aquel faro me guió
hacia tierra firme, tu playa desnuda,
tus palmeras tiernas, tus montes firmes,
tus piernas de arena virgen.

Entre beso y beso la eternidad se hizo
trizas, se hizo polvo, se hizo lo que sabe
hacerse desde su origen, eternal sepulcro
de recuerdos podridos.

Cómo no entregar mi soledad a tus delicias
si cada día es nueva la aventura de la vida!
Ah, la delicia de tus besos bajo la lluvia!
Ah, la enormidad de tus muslos sobre la cama desnuda!

Si fuese hoy la despedida de mi vida de esta tierra
bueno es decirte que te amo con toda mi vida.

lunes, 16 de junio de 2014

De mis manos a tu alma

Despues de haber dormido bajo la piel de tu alma,
Y viendo mi corazón el estrecho camino entre el cielo y el delirio,
Contemplando el cielo como fuego en mi pecho,
Como vuelo de cipreses por el abismo de tu cuerpo.

Después de las cosechas de primavera,
Flores verdes en temporada de abedules,
Cipreses fuego en la tierra de almendras,
Tus besos sobre hojas de gerberas.

Sorprendería a tu alma el aliento de los besos
De mis dedos. Besar tu rostro con mis ojos,
Acariciar tus muslos con mi pecho,
Saciar mi cuerpo con el vino de tu fuego.

Qué pensarías de mis manos si ellas te besaran?
Sería como tocar el infierno en el paraíso de tu pecho.
Es tu pecho el tesoro de mis sueños,
El sendero por donde camino sin tropiezo.

Por la noche, al nacer el silencio de la vida,
Recorro cada rincón de tu alma,
Cada beso es un peldaño hacia el cielo,
Hacia tu fuego y manantial eterno.

-Azael Mora López-

domingo, 18 de mayo de 2014

Una cosa

Una cosa he demandado al cielo,
una de ellas es la silueta de tu cuerpo
bañada por el rocío del viento,
bañado por la brisa de mis besos
sobre la espesura de tu cuerpo moreno.

Vi las estrellas del cielo y en ellas un almendro,
tomé de sus ramas el fruto: tus labios morenos.
Labios de carne y fuego, besos de sol,
en ellos la gerbera florece cual amor.

En la tumba de mis días llega tu alma
de dulce perversión cual lluvia.
Suave pasión en el lindero de tu ser,
espíritu indomable: tu alma y tu piel.

Mientras, en el firmamento eterno,
tu nombre se escribe en mis labios
y en mis dedos la palabra de mi amor,
versos que arremeten contra el tiempo,
palabras para tu dulce corazón.

Una flor en la luna y en la pradera:
tu pelo aroma almendra y con ojos girasol.
Sonrientes como dientes de león al soplar el viento,
vuelan, y vuelan, y regresan a la tierra.

Así, como cristales de agua blanca,
la silueta de mi deseo, mi sueño y anhelo.
Tu cuerpo, como paloma errante, regresa
a mi pecho. Dentro, en cofre contra el tiempo,
vives y habitas como reina y como dueña
de mis versos y sus encantos.

Entras en mi vida sin permiso,
como ladrón por la noche. Como
agua por la tierra. Así tus besos
a mi alma muerta dieron vida y alegría.

Soy feliz a tu lado amada Amiga,
mi Amiga de piel sabor canela tierna.
En el verso final de mis días declaro
a los vientos lo que mi alma guarda:
Te quiero como el viento al tiempo,
te quiero como flor a suave brisa.
Eres mi aliento y mi eterna sonrisa.

-Azael Mora López-

viernes, 9 de mayo de 2014

Gerbera

Soy como viento, veo,
camino y suspiro
por besar tu cuerpo
que tendido sobre el césped
admiro y sigo.

Tú, paloma en la montaña,
acuerdan tus alas no volar
mientras haya quién te quiera.

Yo, terrestre sin esperanza,
me encamino a la colina
de piedras blancas.

Tu pelo sobre el cielo,
velo o manto negro,
cubre los días de enero.

Primavera en tu rostro,
aroma de praderas verdes,
piel de almendra, sabor a vino tinto.

Entre las nubes mi sueño,
flotando como hoja al viento.
Viajando lejos del escarnio.

Tú, mirada de almendra tierna,
hechiza mi alma.
Te miro y no lo siento, el paso del ingrato tiempo.
Anciano de amores, su pasado es tormento.

Vivo en tu sonrisa tierna,
muero por tus labios, dulce melodía.

-Azael Mora López-

jueves, 24 de abril de 2014

Noche en su cuerpo

Como navegando entre olas
con aroma a gerbera mexicana.
Ojos carbón canela. Piel de mirada tierna..
Sorteando voy entre pliegues de fuego.
Cuerpo de luna. Saboreo tu alma desnuda
sobre el cielo de cereza.

En el abismo que tus piernas han tendido
entre mis manos de poeta errante.
Ahí encuentro la fuente de un placer inenarrable.
Fuente de viñedos de agua dulce.
Manantial de mil flores.

Tendido sobre tu espalda, campo de trigo.
Espacio entre el pecado y el delirio.
Tú en mi pecho y yo, entre tus pechos perdido.
Beso tus manos con mis manos.

Noche sin más estrellas que tus ojos.
Noche sin más nubes que tus besos.
Noche sin más flores que tu pelo negro.
Noche sin más poesía que tu cuerpo.


-Azael Mora-

martes, 22 de abril de 2014

Mis versos sobre usted

Y mirar el infinito en su mirada tierna,
mirada de caoba y tierra mexicana.
Perfume de gerberas sobre su cabello,
carbón muerto, fuego ennegrecido por el tiempo.

Sólo las gotas del rocío en el viento
conocen su demonio interno.
Sólo las aves del campo le cantan
a su corazón de invierno.

Mis versos se hacen nada ante Usted,
vienen y van. Están a su merced
como capullos en pantano verde.
Nubes quieren, de lluvia celeste.

Notará que mis versos lo son todo para mí,
no los desprecies, deja que lleguen hasta ti.

sábado, 19 de abril de 2014

Tierra y ceniza

Vivo entre almas de barro y ceniza.
Almas de jabón que la lluvia hace trizas.
Un niño con osadía grita la pregunta de la vida.

Viene el llanto a mi alma a manera de viento.
Con grande afrenta se acerca a mi cuerpo.
Pasa un día y muere el tiempo.
Recuerdo de un recuerdo viejo.

Mientras, en los abismos de la mente
se funde un pensamiento dentro
del cuerpo de un suave sentimiento.
Nace la noche y muere la osadía.

Mientras tanto vivo en esta tierra
que camina para no volar.
Que corre en lugar de nadar.
Ah, si tuviese las alas de golondrina!
Si de los peces naciera agua viva!

Cómo vine a parar a esta tierra de ceniza?
Soy eterno y morir deseo.
Desde cuándo me acostumbre al humano
y a su irónica sonrisa?
Soy inmortal muriendo sin prisa.

Es la vida el epitafio de la muerte,
aunque mucho camine, quizá vuele,
la vida es mi pantano y yo su suerte.

Es mi alma esclava de la vida,
libre ser, desea, entre nubes perdida.

-Azael Mora López-

viernes, 18 de abril de 2014

Un día

España,recuerdo tu aroma a casa abandonada.
Amor tan pequeño como Pallejá.
Recuerdo ingrato. Memoria hendida.
Paloma que vuela. Mi alma llora.

Jamás podré olvidar tu frío a nieve mojada.
San Andrés de la Barca.
Tumba de mis días de ignorancia.
Te extraño como el niño al vino tinto.

Día tras día probando tu aceite de oliva
bañando mi comida mientras
en tu corazón nada sucedía.
Tierra inhóspita. Tierra de oliva.

Entre mis ojos y mi pecho la disputa
por querer tu suelo. Suelo serrano.
Mis ojos por tu imagen encantados.
Mi pecho por el aroma de tu vino.

Te entierro dentro un cofre a prueba
de rencores (aunque los merezcas).
Te recuerdo en mi vida como letras
que mis dedos escribir podrán un día.

-Giezi Azael Mora López-

miércoles, 16 de abril de 2014

Perfume de estrella

Endecharé mis letras en esta noche.
Letras de lejana osadía.

Palabras serán escritas sobre hoja amarga.
Papiro de barro. Hoja de antiguo árbol.

Hoy, al meditar en la vigilia de una vida
que sube de nuevo a esa colina
sentada a la orilla de la brisa.

No dejaré de escribir con verde melancolía
la ausencia de mi Amada. Girasol de noche.
Ramo de perfumes. Noche sobre bohemia.

Da a las estrellas tu recuerdo, que brillen
en mis letras. Y tu perfume viva en ellas.

-Azael Mora-

lunes, 7 de abril de 2014

Te hablo

Qué impotencia siento por causa de la distancia
Que nos separa en este día tan amargo para tu alma.
Quisiera tener las alas del águila y volar hacia tu recámara.
Darte un fuerte abrazo y decirte al oído: no sufras mi amada.

Te hablo. No respondes a mi llamado.
Vivo un frenesí de mil sentimientos abarrotando
Mis sentidos y torturado por la duda rompo en llanto
Por no saber si estás sufriendo o gozando.

Qué quieres que haga flor de mis ensueños,
Si cada que oigo tus dedos cantan letras tristes?

No digas que no eres importante para el mundo.
Tú eres mi mundo y sin ti no tengo a donde ir.

Muero si te marchas. Muero si no quieres ya vivir.

-Madaí Rodríguez-

viernes, 4 de abril de 2014

Labios secos

Disfrutando la noche entre los pliegues de tu cuerpo,
así como las aves vuelan por entre nubes y montañas,
entre pinos y abedules.
Así recorro cada ola de tu vientre,
cada peca de tu espalda.
Así vuelo por tu cielo hacia el abismo de tu cuerpo. 

Camino por entre mareas de lunas y estrellas
como si fueras la luna de mi cielo,
como si también mi infierno.
Si fueras el sol de mi invierno serías también mi delirio.

Mas el tiempo como veloz tormento 
me alejó de tu rostro,
ese rostro de morena estrella.
De tus ojos sabor canela negra. 
De tu olor de primavera tierna.
Lloraré como quien llora en silencio 
lamentando en tormento la ausencia de su amada.
Viajero seré de las horas del viento.

Me voy al mar sereno de un futuro muerto.
Allá te espero. No tardes.
Dejo abierto el sendero de mis pasos
por si quieres besar mis labios secos.

-Giezi Azael Mora López-

martes, 1 de abril de 2014

Maldita chorra

Qué desgraciada es la suerte que me alejó de tu mirada,
¿qué no vio cuan feliz era entre tus brazos mi Amada?
maldita sea mi fortuna que ya no estás en mi almohada
para soñar los dos en el día glorioso de nuestra enramada.

Amor, sediento sigo, me muero cada día sin ti,
¿dónde está el cariño que nos juramos ante la luz selene?
Se ha ido al fin del río de sombras que corre por la mente.
Su fantasma surge a cada paso que doy para sobrevivir.

Amor que en silencio mantuve por largos días a escondidas,
¡qué dolor sentirte lejos aunque ambos nos deseamos!
amor que a la distancia perduró y escapó por la callejuela,
amor de alcoba que no salió a gritar cuanto nos amábamos.

Corazón maldito que entregaste tus latidos de calor

a una mujer que te amó. Pero el destino es vil traidor.

-Giezi Azael Mora López-

lunes, 31 de marzo de 2014

Me gustas

Me gustas cuando miras al cielo en tu ceguera amorosa,
es como cuando el lobo le canta a su amada pulgosa.

Me gustas cuando oyes la música de mis ojos al verte,
es como el quetzal cuando corteja a su presa verde
para bailar la eterna danza de amores.

Me gustas por tu mirada cautivadora de mi libertad,
por esa mirada azul que oscurece mi vida en soledad
contigo a mi lado durante una mortalidad.

Me gustabas cuando abrías tus muslos para abrazarme.
Me gustabas cuando cerrabas tu boca para amarme.

A dónde se fue tu pasión que mostrabas en el lecho nupcial?
Se fue a la esquina del recuerdo castigada por su maldad.

Diste a mi cuerpo el veneno de tu pasión para anestesiarme
y así enjaularme  en la prisión de tus deseos. Mujer amante.
Mujer ardiente. Mujer engañosa con tu lengua de mil sabores.
Me diste el trago de la muerte en el ajetreo de tus amores.

Ya no hay castigo que merezca mi alma y aún mi vida,
ya el recuerdo es tormento. Ya nada merezco.
Suficiente tuve con tu beso y tu veneno.

-Giezi Azael Mora López-

Reflejo

Soy el reflejo de quien fui la noche anterior,
cuando camina sin contratiempo el tiempo alerta
a cada paso de la eterna nívea expansión.

Ahí fui poder y gracia, fui el eco de tu sangre
derramada en el campo de la verde batalla,
donde tú moriste, brotó un retoño verde.

Nació un árbol fuerte semejante a centinela
guardián de occidente de los tiempos de los héroes.

Donde tú moriste yo nací. Nací en tiempo fuera
de la basta pradera carmesí de la creación.
La forma que me forma ha sido mi nívea habitación.

He caminado por senderos de fantasmas del pasado
que han atiborrado las mansiones con sus espantos,
espantos que son el llanto de los vivos en la muerte
terrestre que es el mundo verde y azul. Mundo triste.
  
Soy el canto del cisne que en silencio muere.
Dicen que mi canto es la lágrima de la luna llena
que en el cielo se vislumbra en una noche oscura.

Soy la estrella que pasa fugaz por el firmamento
de los mortales, ese cielo azul con nubes grises
y que llora sobre los secadales inmortales.

Fui el eco en mi voz llameante de fulgor espectral,

sólo un reflejo en el recuerdo de la gloria ancestral.

-Giezi Azael Mora López-

sábado, 29 de marzo de 2014

El tonto de la colina (final)

Por dónde comenzar a narrar lo sucedido?
Será acaso con el nacimiento del alba?
Con un té, una libreta y una pluma bajo la almohada?
O simplemente con un te amo dentro de un silbido?

No, la vida no es rosa, verde, azul o de otro color,
la vida es simple, grisácea, torpe e insensata.
La vida es hoja seca en la que escribes tu poesía,
tus lágrimas y tu dolor como de eterno amor.

Siempre supe que el amor es para los mortales
como el trueno para las hormigas. Furioso,
deslumbrante. Rápido. Lleno de temores.
Siempre es frío aunque te llene de calores.

Subí por los caminos recorriendo
un sendero que pocos conocían.
Mis pies se cansaron de vivir en espera,
de esperar lo inesperado de la vida misma.

Hoy que he subido a la cima de la colina
de aquella vida que vivo sin querer vivirla
me doy cuenta que no es mi vida, no la hice
mía o ella no me hizo a mí. Qué ironía.

La colina se encuentra ahora sola,
sin nadie que la pise, sin nadie que la vea.
Dejé una flor encima de ella, tiene nombre,
pero dile como quieras. Yo le llamé vida.

-Giezi Azael Mora López-

miércoles, 26 de marzo de 2014

Ave de paraíso

Ave de lugar olvidado en mis amores.
Esa eres tú, silueta de mil flores.
Como sombra te alzas entre personas 
que deambulan por las calles.
Personas que vivir no saben. 
Personas que morir no quieren. 

Sobre el viento me embarco para ir a tu templo:
Tu cuerpo blanco, terso y sereno.
Sobre el viento me monto a lomos 
de sus hojas para llegar a tu regazo:
Tus ojos desnudos abiertos a mis deseos 
anhelando el encuentro. 

Deseo ser tuyo entre besos y poemas, 
entre abrazos y caricias mudas.
Quiero ser tuyo entre lágrimas y suspiros.
Ahora que te conozco no sé que soy. 

Contemplo tus vestidos y en ellos viven mis latidos.
Pongo en ellos mis besos tiernos y en los mismos vuelan mis suspiros.

-Giezi Azael Mora López-

Si te vieras con mis ojos

Si te vieras con mis ojos la luna de celos moriría
al contemplar la hermosura de tus besos.
El sol se obnubilaría a causa de tus ojos y su galanura,
se ocultaría en la morada de las nubes de tormenta.

Si te vieras con mis ojos las estrellas serían en tu rostro
como las pecas en tu espalda para guiar mi manos
hacia el placer de tu blanco y suave cuerpo.

Si te vieras con mis ojos los volcanes de la tierra
temblarían cuando nuestros cuerpos chocaran
sobre la cama de plumas y esmeraldas.

Si te vieras con mis ojos sabrías que el cielo
es verde en memoria de nuestro amor.

Si te vieras con mis ojos verías la vida de color azul
y la tierra volvería a tu alma su esplendor.

Si te vieras con mis ojos la sangre de tu cuerpo real
vendría a mis dedos para hacerte poema inmortal.

Si te vieras con mis ojos conocerías las artimañas
que por tus labios uso, un regalo convertido en besos
y un abrazo sería en mi alma el deseo.

Si te vieras con mis ojos las hojas de los árboles serían
Mecidas por el viento de tus besos, por las caderas
De tus mares nadarían las aves sin tropiezo.

Si te vieras con mis ojos te amarías sin pensarlo
Y dejarías a un lado el despojo del pasado
Que te dejó la vida en un tiempo muerto y olvidado.

Si te vieras con mis ojos.
Si tan sólo un segundo te mirases con mis ojos
Verías la hermosura de tu rostro y la belleza de tu alma.

-Giezi Azael Mora López-

martes, 25 de marzo de 2014

Hogar de Mis Recuerdos

Errante me siento en mi natal pesebre,
esas gráciles piedras vieron mi nacer,
mi alma sueña con regresar a la calle de mugre
que hacía más dócil mi estancia y mi crecer.

Qué feliz era yo en mi caja de alambre
que junto a la polvorienta cabaña siempre cabalgó,
semejante a un caballero gallardo sin remojo,
o a un jinete oscuro de las tierras del cochambre.

Mi espíritu libre desea ser de este frágil vehículo,
mas pronto llegará el tiempo siempre deseado
en que el ánima reconfortada será de este sueño,
que sólo desazón ha marcado en mi ser arañado.

El día de mi nombre acercándose por el poniente está,
como sombra a la luz de esta larga oscuridad.

-Giezi Azael Mora López-

Réquiem

Ven y dame del jugo de la muerte alegre,
para largos días andar en triste peregrinaje,
necesito tu agrio llanto para morir de aquejamiento
en el umbral de una vida sin contentamiento.

Un día vi tus luces a la sombra de mi amor
cobijarse en el río corazón de mi galante voz.
Fue boyante mientras llenaba de temor
tu lento y oscuro paso por mi vida Cronos traidor.

Como anhelo reposar en divino holocausto,
sentir la podredumbre en mis miembros tras morir,
tornar al polvo de donde no debí jamás salir,
pues en nada estimo mi savia sin tu floral augusto.

Mi alma lleva en esclavitud por amarte  sin mirar,
el vasto sendero de espinas de tu hilarante rosal.

-Giezi Azael  Mora López-

lunes, 24 de marzo de 2014

Caraluna

En luna de cara triste la alegría se desborda en mi alma
pero como arena mi rostro se moja
de gotas saladas que son arrancadas
de mis ojos como hierba en la primavera.
No, no son lágrimas sino lodo,
Lodo que ensucia mi cansado rostro.
Viniendo a ser mi alegría eterna te has convertido en mi angustia férrea.
Si la vida me ha sonreído, debió sonreír
chimuela la ingrata. Ingrata de mi vida.
Si con tu soberbia me ha premiado debo ser el mal amado.
Pero te amo con tus defectos, te amo con tus cambios de luna necia.

Una noche es cuna y a la siguiente se esconde.
Una noche es tímida y a la próxima se enmula.
Sí, así eres tulipán verde.
Mudas tu sentir como hoja al viento.
Pero te amo sin mirar tu pasado
aunque tu mires desde mi nacer ingrato.
Cubres tú los días con tu belleza y las noches
en tu pecho son llenas de dulzura verde.

Sería mejor dejarte de amar para no sufrir tus
embates de locura y desenfreno desenfado.
Pero mejor es amarte para no morir en el desamparo.

Te amo. Es todo lo que sé. Pero no por mucho tiempo.
Sólo mientras tenga en mi vida aliento.

-Giezi Azael Mora López-

Final perfecto

Cuento las arrugas de tu rostro con las canas de mi vejez.
A pesar de los años aún sigo anhelando tu alma como la primera vez.

No hay luz en tus ojos. No hay soplo en tu nariz.
Sólo veo tu cuerpo recostado sobre el lecho de cedro cubierto de barniz.

Tu piel está pegada a su vehículo como a la pared el tapiz.
Una ligera llovizna la humedece pero no echa raíz.

Viajas a un mundo distante. Un mundo feliz.

Prepararé mi equipaje. A su tiempo iré tras de ti.

-Giezi Azael Mora López-

domingo, 23 de marzo de 2014

Patria mía

Ven mis ojos a los grandes y sabios intelectuales,
aquellos que defienden a los pobres y miserables,
y osan enfrentarse a sus férreos gobernantes.
Derrotarse ante la ignorancia de una mujer imagen.

Mi pueblo sangre desciende de grandes ancestros,
eran duros hombres de batallas, eran fieros guerreros,
adoraban antiguos dioses del sol, la lluvia y la luna,
representaban a la naturaleza, madre gentil como ninguna.

Mas ahora mis hermanos de patria celebran el día
en que el ojiverde le despojó de toda su valía,
a cambio le dejó en las tinieblas de la basta ignorancia
de inclinarse ante un ayate de dudosa procedencia.

¡Me dueles madre mía, me dueles patria querida!
¡Deja de mancillarte a ti misma con esta humillante idolatría!

-Giezi Azael Mora López-

sábado, 22 de marzo de 2014

Despedida

Hoy tomaré en mis manos la tinta de mis labios,
no serán mis dedos ni tampoco hablará mi lengua sus tonterías.
Hoy, tras haber pasado el monte de mis otoños verdes en amores;
cantaré a la vida la canción de mis temores.
Que se escuche por las lejanías la melodía
de mis versos invernales.
Que mis dedos escriban la elegía de mil amores muertos
mas vivos en mis memorias jamás perdidas.
Si oyes un grillo por la noche de septiembre
recuerda mis palabras y canta de agonía a la luz de las lunas flores de octubre.
Recuerda que ese día nació la vida y murió mi agonía.
Si por marzo y sus vientos otoñales te enteras de mis días pasados
ten en memoria eterna mis días de alegría.
Aunque sea un momento arenoso recuerda que mis versos felices fueron.
Las flores pasan como el amor por la vida:
Florecen un día y el sol las marchita; el viento las deshoja.
Así el pasado con la vida: Se ama un día eterno
y se pierde en el silencio la razón de su locura,
esa que le mantenía vivo entre plumas y tulipanes de caricias bruscas.
Cantando va el amor por las calles como bolero sus melodías
de melancolía ingrata, sus amores olvidados entre guitarras mudas.
Así voy por la vida: Caminando como no buscando
pero te encuentro en cada paso y cada hoja que vuela a mi lado.
El amor tocó a nuestra puerta en la muerte del verano.
Le gozamos en otoño y para nada fue ingrato
aquel amor desenfrenado que en silencio gritamos en nuestros labios unidos con cada beso.
Llegó la primavera con sus cantos de mil amores entre flores y gorriones.
Y así como llegó a nuestras miradas la luna de aquel veintiocho bello,
así se va el amor de nuestras almas en este día luminoso.
Fuiste amor de invierno en el patio de mi vida.
Fuiste amor de olvido en el corazón de mis agonías.
Eres el amor de mi vida entre los escombros de la misma.
Eres el más bello recuerdo que llevo en mi piel de canela.
-Giezi Azael Mora López-

Cerezos

Que los cerezos han muerto en otoño
pero mi corazón late sólo por tu amor.
Eso dicen quienes no han muerto de amor.
Quienes como hojas al viento vuelan sin maletas
y en su corazón el roto rostro de un pasado amor.
De las cerezas se percibe el rojo,
de los rojos que como grana se impregnan
en el alma de quien ha perdido el pecho por un gran amor.
En el aire los destellos aromas de agua caliente brotando
a raudales de sus ojos acaramelados que saben
a terciopelo y se someten a riguroso proceso de desamor.

Suena en el seol la campana del ayer y los ángeles
semejantes al hombre sin corazón
vuelan como buitres alrededor de ese roto corazón.
Soy presa de la esperanza, de la muerte no temo, un día llegará es seguro.
Mas la esperanza no muere y eso enferma a mi alma verde
que de día y de noche te anhela.
Es más segura la muerte que la esperanza.
Mejor es esperar la muerte que morir por la espera.

-Giezi Azael Mora López-

viernes, 21 de marzo de 2014

Un día cualquiera

Era un día amarillo de verano como cualquiera,
cuando en mi camino se cruzó tu mirada con la mía,
en ese momento la luz del cielo alumbró mi ser
y me contuve para no darte un beso ni tampoco cien.

Pasado el mes a ese día amarillo la pasión nos abrazó en sus ramas
enredándonos para cometer actor de ferviente amor a escondidas,
húmedos roces de tu boca tierna con la mía para sellar cada día
nuestro pacto de cariño eterno con cupido rosa como insignia.

Al año siguiente a ese día de verano amarillo como cualquiera,
el destino dijo que lo nuestro Amiga mía ya jamás sería,
sin embargo nos aferramos a nuestros sentimientos placenteros
hasta que en el corazón se tornaron en recuerdos pasajeros.

Al tiempo de ese día de verano como cualquiera, tu calor

lo siento ardiente y nuevo pero no tengo ya más tu amor.

-Giezi Azael Mora López-

jueves, 20 de marzo de 2014

Mujer

Cual las estrellas del firmamento son tus labios a mis pies,
aún a mis ojos han marcado un sendero de luz y sombra
para llevarme a la compañía de mi plebeya fuerte de tez,
esa mujer que espero paciente en mi silla de caoba.

Mujer, ¿por qué te han alejado en silencio de mi errante corazón?
bien sabían que mi alma no conoce nada mejor que tu tierno amor,
mas te llevaron de mi seno como golondrina por el azul mistral
viendo de lejos la miseria en que dejaban a este cuerpo temporal.

Ahora en mi lecho puedo oír tu voz en el frío viento de invierno,
cuando cae la nieve repiquetea tu canto en mi mirar sereno,
ahí donde había verde amor de primavera solo queda el descontento
de una vida gris en el matiz augusto del etéreo desconsuelo.

Si los campos renacen con las primeras lágrimas del año,
así espero que mi ser se cubra de ese sentir que antes fue ingrato.

-Giezi Azael Mora López-

miércoles, 19 de marzo de 2014

Gracias

La madera de mi techo me invita a hacer
memoria de las cosas que creí olvidadas.
Figuras de cartón en la sombra de mi corazón.
Reposando de su camino, descansan por tiempo indefinido en el olvido
hasta que por causa de un sueño
se despiertan y regresan del olvido.
Hoy, nuevamente mi cuerpo y su lengua
te hacen daño por natural torpeza de mi corazón.
Aunque no quiera hacerlo lo hago, te lastimo.
Te causo heridas en el alma y hago
destrozos en tu corazón.
Y aunque pida mil veces perdón mil veces me perdonas.
No merezco tu amor. Eres mi mejor regalo.
Mi tesoro preciado dado a mí por el cielo de septiembre.
Pero lucho contra mi naturaleza.
Miento y vuelo. Enamoro y escapo. Soy cazador y presa.
Soy árbol torcido que no da sombra. Pero te amo.
Te amo como ama mi corazón enamorado.
Te amo como loco en primavera.
Como ave en verano. Mis ojos se escapan por las ventanas.
Miran otros cuerpos. Miran otras deidades.
Pero mi alma de tu mirada es esclava. Está ligada de sangre y carne
a tu alma de dulce amante.
Musa tierna y elegante. Te amo sin saber cómo.
Pero te amo. Gracias por ser mi dicha. Por haberme amado.
Gracias amada mía por el tiempo que estuviste a mi lado.
Fue un placer habernos seducido.
Habernos perdido en el fondo del pantano llamado pasado y futuro lejano.
Si no es mucho pedir.
Te pido que nos olvidemos mientras nos amamos.

-Giezi Azael Mora López-

Volver a ti

Si conocieras lo mucho que te extraño muchacha de mi amor,
cual flor naciente que anhela en sus pétalos corazón
el rayo fulgente amarillo del astro padre llamado sol,
así te añora mi boca para embriagarse de tu pasión.

Si supieras que te pienso a cada instante de mi vivir,
si acaso a la muerte en vida se le puede llamar así,
a cada suspiro tu rostro a mi mente llega en recuerdo ilusión,
haciéndome penar por haber perdido tu bendito corazón.

Si te dijera que he bebido vino en nuevos odres,
mas ninguno se asemeja al vuestro, los otros son pobres,
el vino tuyo es dulce como el verano y da fuerza para existir,
me embriagó su olor y al gustarlo supe que sin ti no podría vivir.

Si vieras que como lombriz a la tierra deseo a ti volver,
que tu mano a mí volviera para mudarme de este mundo cruel.

-Giezi Azael Mora López-

martes, 18 de marzo de 2014

Estaciones

Conocí a una doncella con el verano en su rostro,
tenía sus labios carnosos y embriagantes cual mosto,
sus ojos prendían mis deseos por su brillo cual estrellas
que en un cielo negro alumbran y guían con sus centellas.

Conocí a una doncella con el otoño en su cabello,
lucía el castaño en su corona y su rostro era perfecto,
de su paladar brotaba el mejor aguamiel del ocaso,
que refrescaba mi boca con su ardiente deseo barato.

Conocí a una doncella con el invierno en su garganta,
su vino era especiado y rociaba mi alma con su encanto,
sus palabras cual viento enfriaron el hueso de mi alma,
más cálida era la nieve que su piel blanca y sin llanto.

Conozco a una doncella con la primavera en su corazón,
de su mano todo es nuevo, y florece lo que el mortal llama…Amor.

-Giezi Azael Mora López-

domingo, 16 de marzo de 2014

He de verte un día

Pasaba por la Glorieta,
de banca en banca saltaba
en busca de sombra,
en busca de la mujer soñada.

Pasaban las horas,
la angustia llegaba,
y tú escondida entre las calles
o quizá resguardada en tu casa.

Crucé la gloriosa Calzada
en busca de tu mirada,
no la encontré, tampoco miré
tu silueta bien formada.

Pero te he de ver mujer soñada,
no sé quién eres, ni qué haces en tu vida,
sólo sé que vives en mi mirada.

-Giezi Azael Mora López-

sábado, 15 de marzo de 2014

Te elijo a ti

Cuatro son las olas del mar hiriente,
olas que contra mi presente arremeten
como celosas de tu cuerpo, como odiando nuestro encuentro.
Cuatro son los vientos bien amados,
en los cuales quiero, si tú quieres,
fugados de este mundo que nos odia con su encanto.

Bueno sería ir al sur, con aquella doncella
con fuego en su cabello y de hermosa juventud,
sus manos de barro y sus piernas como de mármol blanco.
Ojos melosos y labios de fuego: pechos girasol.
Bueno sería ir al norte, para donde la sonrisa es eterna en los brazos de aquella mirada tierna,
más joven que el sur, más coqueta su sonrisa.
Piel de durazno y dientes como perlas.
Sería bien encaminarnos rumbo al oriente, donde nace el sol,
verlo cada día en sus ojos tulipanes,
sentir sus cerezos en mis labios.
Mojarme con sus encantos.

Será que debamos ir a poniente donde se oculta el sol y la oscuridad es su habitación?
Mujer de cuatro paredes, cada una, una flor,
aroma de mil perfumes, alma herida por el sol,
con su valle de manzana y su piel almendrada.
Su pelo hecho enredadera, bella, con caminos
laboriosos en que pierdo la mirada.
Sus piernas firmes como el abedul,
como ciprés su cuerpo: flama verde.
El viento no la mueve de su origen.
Te escojo a ti marinera de mi vida.
Navegante de mi cuerpo y sus mares.

Pobres somos y así nos amamos.
Pobres, pobres como las flores, sólo tierra
tenemos por tesoro y en nuestra vida
la dicha de hacernos daño con nuestros labios: besos mojados.
Así,viviendo así por siempre enamorados.
Pero tu pasado nos persigue, no deja de acecharnos.
Y hoy de nuevo...de nuevo corazón, ella se ha ido de nuestro lado.

-Giezi Azel Mora López-

viernes, 14 de marzo de 2014

Lejos de ti

Junto a ti no hay algo bajo el cielo que pueda darme alegría ufana
que se disipe al primer cambio de guardia en la almohada,
esa almohada que ha sido mi consuelo y mi exhausta rapidez,
esa que ha sido mi sostén y mi augusta compañera desde la niñez.

Junto a ti hay un universo en cada calle por recorrer
tomados de la mano como agua cristalina sobre cristales
multicolores de blanca estima en mi alma siempre herida,
mi alma tiene sed de ti doncella de la tierna primavera.

Junto a ti el tiempo obedece a mi corazón y se detiene en estribor
para que no se diga jamás la palabra siempre maldita de: Adiós,
siempre habrá un húmedo roce de tu cuerpo a mis labios secos,
que desean tu miel en una lluvia de rosas blancas en gélido calor.

Junto a ti el alma mía descansa de su estruendosa lucha carmesí,

lejos de ti el alma tuya corre el riesgo de no ser amada por mí.

-Giezi Azael Mora López-

jueves, 13 de marzo de 2014

Melodía de Vida

Contemplan mis oídos la música de tu rostro
que en silencio veo tras la ventana de mi habitación,
estruendo callado que como tormenta siento en mi piel
pálida por no ser tu compañía en esta noche con luna miel.

La vida me dio un regalo en una caja de estambre
que junto al río abría para no pasar tanta hambre.
trozo de carne roja que a tu luz de luna se tornaba negro,
negro que en la oscuridad mutaba a luz incandescente.

Mis arroyos salados te llaman a primeras horas del día,
no permitas que despegue mis labios para maldecirte
por haberme embrujado y después dejarme a falaz suerte,
azar que me trajo a tu lado y me arrebato a una utopía.

Manto penumbroso y resplandeciente de agua y polvo,

lame mis mejillas con tu fuente y llévame a tu reposo.

-Giezi Azael Mora López-

miércoles, 12 de marzo de 2014

Valquiria

Más allá de la alegría ufana de esta utopía
crece un palacio de joyas mil para tu estadía.
Mas pronto vendrá quien a tu alma ama para vivir,
para hacerte sentir dichosa en tu existir.

El sendero pedregoso se vislumbra a lo lejos,
haciendo decrecer mis esfuerzos y desvanecer mi anhelo,
no tengas temor mi querida hermana Amada,
pronto llegaré para hacerte sentir deseada.

Ven a mis brazos y cobíjate bajo mi follaje
de este sol que tu resplandor envidia,
bebe de mi cáliz y muere viviendo en mi sangre,
pasible será tu gozo y alegre mi agonía.

Te amo gentil y tierna doncella de valía,

traslada mi alma al paraíso, sé tú mi Valquiria.

-Giezi Azael Mora López-

martes, 11 de marzo de 2014

Flor de mis Ensueños


Rojo carmesí ciñe el contorno de tus muslos,
silueta que el Creador formó de la piedra sin musgo,
rosa en lirio que has nacido y vives en pantano,
lizos negros adornan tu corona de cabello.

Labios rociados por el vino del cielo patrio
que abrió su boca y te llamó a mi lado,
tuya es la iliana y mío el cortejo;
centellea con tu mirada y borra mi complejo.

Los días a tu lado deseo para siempre yo vivir,
para amarte de mi ser hasta el último aliento,
para esconderte en mi habitación cuando sople el viento,
unir mis labios a tu tersa piel y después así morir.

Grande entre las doncellas eres flor espinosa,

hereje confieso ser, te llamo hoy mi Diosa.

-Giezi Azael Mora López-

lunes, 10 de marzo de 2014

Pasado

Veo el camino trazado ante mí/
siento oír las piedras mudas ya gemir/
el viento sopla tibio desde el sur/
el sol se pone y la luna sale de su almud.
-_- 
Ahora conozco que nada tengo mío/
he dejado aún la tierra donde vivo/
Tu amor cálido me transporta al cielo/
de donde proviene el valor y termina el miedo.
-_-
Me diste bálsamo en zozobra  aflicción/
que mi alma tenía impregnada como fiero aguijón/
vendaste mi herido corazón con tu mirada/
así tuve vida y junto a ti ya no temo nada.

Cierto estoy que procedes del cielo blanquiazul/
afirmas mis pasos al sendero para gozar de tu salud.
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-Giezi Azael Mora López-

sábado, 8 de marzo de 2014

La Dama de Iliana

¡Quién como tu oh hija de linaje Sangre!/
que en tus encantos llevas lo rosa de mi amparo,/ven y llévate mi alegre corazón amargo/que en soledad bebe lágrimas de la Madre./-Qué gran poder ejerces sobre mi mente/que no logro dominar un juicio sabiamente,/qué pues has hecho con tus lirios que el llanto afanoso/emana de mis ojos al escuchar tú escrito estruendoso./Dame una celeste estela de tus estrellas/e inflama mis labios al calor de tus lumbreras,/regálame tu risa en una lágrima serena/y ocupa mi alma a la mirada de esta luna llena./Mejor morir de locura en el vino de tu amor/que vivir eones en tinieblas por falta de tu luz./
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-Giezi Azael Mora López-